viernes, 21 de enero de 2011

Año nuevo, paro viejo


Arrancó el 2011, año electoral. Año en el que adivino que la oposición político-mediática va a jugar sus últimas cartas, las mas oscuras, las peores, en los intentos finales por interrumpir este proyecto de país. Y parece ser que ya empezaron: primera quincena de Enero, primer paro del campo.
Un paro que huele raro, que me trajo diferentes sensaciones. El primer reflejo fue pensar en la época de la 125: me vinieron a la memoria los cortes de ruta, el acoso mediático, los cacerolazos porteños, las desagradables caras de la mesa de enlace y demás malos recuerdos. Admito que me asusté.
Sin embargo, con el correr de los diás, me fui tranquilizando. Me parece que este paro no tuvo la repercusión que tuvo aquel otro, ni en los medios de comunicación, ni en la vida cotidiana. No veo que en la calle se hable de esto, ni en los negocios, ni en los grupos de gente que frecuento.
Pero al ser prácticamente los mismos actores (la mesa de enlace no cambió, los medios de comunicación tampoco), me surge preguntarme a que se debe esta falta de ecos, por qué no tiene la misma repercusión (al menos por ahora, espero que este no sea un texto yeta).
En primer lugar, creo que estos cuatro muchachotes de la famosa mesa no lograron encontrar ningún representante político que tenga aunque sea un mínimo de nivel. Pasó el conflicto de la 125, se supuso que ellos salieron ganando (de hecho el gobierno sufrió una derrota política en las legislativas 2009 por todo este affair), pero a partir de allí el gobierno fue levantando cabeza, y ellos la fueron hundiendo. Se embarraron con sus declaraciones hiper golpistas, fascistas, repudiables, y fueron dejando cada vez más en claro los intereses que representan, y que sector de la sociedad les interesa y cual no.
Por otro lado, el otro brazo fundamental de toda aquella maniobra, el de los medios hegemónicos, también parece estar empezando a impacientarse, porque arrancó el año y no encuentran candidato para pelearle a Cristina.
Asi, de a poquito, en el ultimo año, en los últimos meses, se fue sumando mas y mas gente que se dio cuenta que es hora de defender este gobierno. A pesar de que todavía falta que se sumen mas, de que el gorilismo lo sentimos a diario, hubo mucha gente que se dio cuenta que no son todos los políticos iguales, que de un lado hay ideas y realidades concretas, y del otro sólo vocación de destrucción y defensa de intereses corporativos.
Por eso no prosperó el paro. Por eso la gente no acató y comercializó trigo de todas maneras. Por eso el gobierno está sólido.
Van a venir mas intentos desestabilizadores, lo sabemos. Van a venir con todo, pero habrá que estar ahí, sabiendo que este año no es uno mas, que en este año se definen muchas cosas, muchas esperanzas, muchos otros años.

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