martes, 2 de noviembre de 2010

Nestor mi referente


Cuando me enteré que ya no estabas entre nosotros, solo me nacieron fuerzas para sentarme en la cama y agarrarme la cara con las dos manos, mi cuerpo pasmado solo tuvo sensibilidad para sentir una dulce palmada de mi pareja en mi espalda. Ella entendió rapidamente lo que significabas para mí.
Creí que el rumbo estaba perdido, intuía risas de algunos, mientras mi dolor me apretaba el pecho y me desorientaba. Te debo confesar que el sentimiento amargo que viví nunca lo había sentido. Te habías ido vos, si justo vos, mi referente.
La búsquedas de explicaciones reinaban mis primeros minutos del día. Puse la tele tratando de sintonizar una noticia que desmintiera todo. Nunca llegó. Mi prima, compañera como pocas, entre llantos me llamó por teléfono y me dijo "Viste, Murió Nestor". Su lagrimas eran mis lagrimas y las de tantos otros.
Pasó el Censo, quedaba el dolor. Y las horas pasaban sin demasiado sentido.
Cuando las ganas de no hacer nada crecían, los malos pensamientos me atormentaban: y ahora como sigue? Y Cristina? Podrá con tanto dolor? podremos estar los argentinos a la altura de tu muerte?
La respuestas fueron lentas, pero constantes, la gente empezaba a apoyar a Cristina, los jóvenes comenzaban a salir a la calle, muchos medios ya no podían tapar lo que durante siete años intentaron ignorar. El pueblo estaba con vos. A media tarde ya tenía todo un poco más claro, no estaba tan solo.
La gente ya era calle, el sufrimiento ya se transformaba en fuerza, las palabras tomaban forma y mi cabeza perturbada empezaba a tener un poco más de claridad en medio de tanto dolor.
A la noche fuimos a La Plaza. Mi futura esposa, quien nunca se había interesado por la política quizo estar, amigos, primos, amigos de amigos, familiares, al final eramos un montón. Eramos un montón más de lo que todos se imaginaban, jóvenes, grandes, agrupados, organizados, expontaneos todos con la misma consigna “Adios Nestor, Fuerza Cristina”.
El dolor se combatía con carteles, cánticos y banderas. La Plaza estaba llena, el corazón se nos salía con una pena muy grande, pero con una esperanza enorme de sentir que en cada uno de nosotros seguiría tu legado.
Estabas ahí Nestor, te lo juro, en cada cara, en cada momento, en cada mirada al futuro estabas vos.

Por hacernos parte de la historia, tu historia, por ser mi referente por siempre.
GRACIAS NESTOR.

Seba A.

1 comentario:

  1. Solo pueden contigo, si te acabas rindiendo...

    gracias Nestor

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