viernes, 13 de agosto de 2010

Diferencia Intelectual


No es necesario profundizar demasiado el análisis para darse cuenta de que la oposición es políticamente lamentable. La falta de ideas, de proyectos, de iniciativas constructivas y superadoras que demuestran a diario dan prueba suficiente de esto. Pero hay otra falencia notoria, a mi entender, menos tenida en cuenta, que es la precariedad intelectual de la oposición. La falta de nivel tanto en los abanderados políticos como en los periodísticos de esta oposición berreta, sin cualidades políticas ni verbales.
No es difícil dar ejemplos concretos de esto: basta escuchar por ejemplo un discurso de la presidenta, y compararlo, por decir algo, con uno de Mauricio Macri. Al margen de que Cristina, habla, piensa y reflexiona al mismo tiempo, mientras que el otro lee lo que le escriben, un discurso deja ideas, lugar para análisis posteriores, frases interesantes. El otro deja un vació enorme, la sensación de que no paso nada.
Hecho ejemplificador y memorable es el sopapeo verbal que le pegó el Ministro de Economía Amado Budou al senador Morales (vale la pena ver el video, el papel de morales es realmente penoso). Y así podríamos seguir, comparando a Aníbal Fernández con de Narváez, a Agustín Rossi con Adrián Pérez, a Heller con con Michetti, etc.
En el plano mediático pasa lo mismo: es muy pobre el nivel de los referentes opositores, y es por lo menos interesante el de algunos periodistas/escritores que podríamos catalogar de oficialistas. De un lado Majul, Chiche Gelblung, Morales Solá, el triste dúo de Bonelli y silvestre, Van der kooy, Maria Laura santillan. Del otro José Pablo Feinmann, Orlando Barone, Víctor Hugo Morales, Alfredo Zaiat, Juan Sasturain, Norberto Galasso, y tantos otros.
Todo esto viene con la intención final de plantear dos preguntas: ¿Es importante el nivel intelectual, lingüístico, de formación de una figura política/mediática?
¿Qué significa esta clara diferencia que hay en el nivel de los representantes de cada una de las dos veredas políticas que hay hoy en la Argentina?
Como reflexión final, yo diría que está en nosotros el deber de exigir más de nuestras figuras. Elegir no darles lugar a que desplieguen su mediocridad, como lo hacen a lo largo del día en la pantalla de los canales que ya sabemos, no permitir que nos hablen sin saber de lo que hablan o que nos quieran hacer pensar lo que quieren que pensemos. Solo de esta manera, con la duda permanente y con el apoyo diario de las causas que nos parecen justas, podremos contribuir todos a ser una sociedad mejor.

1 comentario:

  1. Gente, me interesa mucho la propuesta del blog. Espero leerlos con asiduidad y compartir comentarios con ustedes.
    Es cierto que la calidad intelectual no se discute a la hora de consumir. La idea es deseducar desde hace rato ya, y el fin es claro, evitar posibles miradas críticas al manejo de las ideas que buscan dominar la cosa pública, perpetuar el poder y la impunidad en busca de garantizar los caminos a una avaricia que no se interesa en el bien general, sino en la austeridad propia. Sembrar ideas nuevas, alternativas que debatan y deterioren este proceso vil que viene desde hace mucho parece ser un buen lugar para empezar.
    Abrazo.

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