lunes, 29 de noviembre de 2010

Uno y el Kirchnerismo



Hace ya algún tiempo, tal vez desde la muerte de Néstor, tal vez un poco antes, que vengo intentando responder una pregunta: ¿Cuándo me hice abiertamente kirchnerista?
Responder por qué me hice es sencillo, y es una explicación política, pero lo que quería saber era cuando, a partir de qué momento en particular. Repasando mi historia, me di cuenta de que el tema no es sencillo, y a partir del repaso pude sacar algunas conclusiones y varias preguntas sobre la relación entre el gobierno kirchenrista y su representatividad en los círculos en los que me muevo, que, al fin y al cabo, representan un sector de la sociedad.
Para empezar, puedo decir que desde que comenzó este proyecto, en el año 2003, el gobierno sostuvo una dirección coherente. Es decir, tiene un estilo y una orientación clara, que se esté a favor o no, siempre fue la misma, y que la podríamos definir como de corte popular, de inclusión social, de estimulación del consumo interno, y (al menos comparándolo con los gobiernos anteriores) volcada hacia la izquierda.
Sin embargo, no encuentro esta coherencia a lo largo de estos años en mi opinión personal sobre el kirchenrismo ni en la de muchos allegados. Mejor dicho: la reconozco en los que están en contra (y a esta altura me parece que siempre lo estarán), pero en los que están (estamos) a favor, me es difícil encontrar una linealidad desde los inicios. A partir de acá, cuento un poco mi historia con el kirchenrismo , que alguno me podrá decir: “ ¿Qué me importa tu historia, flaco?”. Pero lo hago porque me parece que coincide en algunos puntos con la de varios más.
Cuando empezó el gobierno de Néstor yo tenía 19 años, y la verdad es que, a pesar de habitar la famosa nube de pedos en la que uno habita generalmente durante esos años, me interesaba bastante la política. Entendía poco, pero al menos sabía que no tenía que creer en toda esa clase política que hasta entonces parecía no haber hecho otra cosa que intentar hundirnos en la desgracia eterna, no era facho, y decía que era comunista. Los primeros años de Nestor los viví también en el descreimiento total: pensaba que los que estaban a favor eran unos boludos, que no se daban cuenta que los políticos son todos iguales, y blá blá blá.
Con el tiempo, me fui dando cuenta de que estas opiniones no eran mías en realidad, sino que eran opiniones que tenia la mayoría de la clase media de la cual formaba y formo parte. Empecé a adivinar un odio infundado hacia el peronismo, hacia lo popular en general, con el que parecemos venir seteados socialmente. Me di cuenta que miraba con recelo al gobierno porque me lo imponía el marco en el que me movía y en el que había crecido, pero no por convicción propia. Como si hubiera una inercia anti-peronista/kirchnerista, y a menos que uno hiciera el esfuerzo por frenarse y bajarse, se fuera a seguir siempre en esa dirección.
Ya en el 2007 me sabía Kirchnerista y voté con alegría a Cristina. Sin embargo me sucedía algo de lo cual todavía me avergüenzo un poco: no me confesaba kirchnerista en ciertos lugares. En algunos círculos familiares, laborales o sociales me quedaba callado cuando se hablaba de política, o cuando se decía algo contra el gobierno en lo que no estaba de acuerdo. Me parecía que no valía la pena, que no me iban a entender, que iban a pensar que era un boludo.
Fue en el 2008, el momento más difícil del proyecto tal vez, cuando fue la 125, que muchos sentimos que era el momento de aparecer, de hacer notar que no estaba solo el gobierno de un lado, sino que éramos muchos. Y creo que ahora, con la distancia del tiempo, podría decir que el gobierno salió ganando con todo el affair de la 125. Porque a partir de allí empezó la aparición de los blogs, de los programas alternativos de tv, de nuevos diarios, de nuevas formas de comunicación, y a partir de allí aparecieron algunas de las mejores medidas del proyecto, como la Asignación Universal por Hijo, la Ley de Medios, el matrimonio igualitario.
A un mes de la muerte de Nestor, siento que el Kirchnerismo está más vivo que nunca. Que cada vez somos más, que no paran de sumarse amigos, compañeros, familiares, actores, artistas, intelectuales que con orgullo defienden el proyecto. Y que además, los que se suman, lo hacen con convicción, con ideas positivas, sabiendo por qué lo hacen, y no por actuar como se espera que actúen según la clase social de la que forman parte.

1 comentario:

  1. EL CASORIO Y LA LUNA DE MIEL DE MACRI. sexo, drogas y rock and roll con los Redonditos
    EJ de Sexo: mensajes de texto entre la Awada y su madre después de la noche de bodas: "Ma' en la cama fuimos un desastre" "No te preocupes,nena. A la larg ...a uno se acostumbr ... ...a todo" "Ala larga, sí ...pero a la corta, no"
    Ej de drogas y rock: q Mauri se haya tragado el bigote sólo por el exceso de estupefacientes se explica. Como el hecho de q Santilli se haya comido los muñequitos de la torta. Fue al baño a defecar y, al verlo, Larreta le pregunta: "¿Falta mucho para q salgan los novios?" "Eso es lo q yo quisiera saber" Sin embargo, la policía metropolitana para cubrir a su jefe explicó: "En un allanamiento en el hotel donde se hospedaban los redonditos, q unos días antes dieron un recital, se confiscaron 100 kgs de marihuana ... en la mesita de luz del indio Solari. Y por orden del juez se incineró en los campos del tío de Macri donde se realizaba la fiesta ..."
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