Los contreras

Hace ya algunos años, yo diría tal vez desde la época de la 125, que es muy común la emisión de comentarios “Anti K” en cualquier ámbito de la vida cotidiana de la clase media, de la cual formo parte. Obviamente no hablo de cualquier crítica al gobierno, sino de la crítica vacía de contenidos, de argumentos, y que, por lo general, suena a repetición.
Sea en la cola del pago fácil, en la fiambreria o en la sala de espera del dentista, uno se encuentra con sujetos que se despachan abiertamente contra el gobierno. Con el correr del tiempo, fui descubriendo varios factores comunes en estas expresiones y en sus emisarios, algo así como un “modus operandi”. Me gustaría compartir el análisis con ustedes.
Lo primero que me llama la atención es que en realidad estos seres no sueltan los comentarios como opiniones personales, sino como verdades irrefutables. Ni se imaginan que uno pueda llegar a pensar diferente, por el hecho de que no conciben que, perteneciendo a la misma clase social que ellos, estando en el mismo ámbito, vistiéndonos con la misma ropa que ellos o que sus nietos, podamos pensar distinto. Es decir, nos consideran “gente bien”, por lo tanto, estamos indignados con el gobierno y con la yegua de la presidenta.
Resulta curioso que en general los comentarios son mas o menos los mismos en distintos lugares. Uno cambia de comercio, de medio de transporte o de reunión familiar y los comentarios se repiten, y se relevan semanalmente. Una semana puede ser las carteras de la presidenta, otra la inseguridad, otra la salud de kirchner (la cual siempre invocan que empeore), otra el “polémico” Secretario Moreno, otra la inseguridad nuevamente, y así se renueva el ciclo.
Dentro de esta clase de gente, abiertamente contreras, que sin analizar la cuestión particular ya están en contra de lo que diga el oficialismo, identifiqué tres tipos diferentes:
A) El contrera de derecha, que está abiertamente en contra porque el gobierno es peronista y no le gustan las medidas populares, sino solo las que favorecen a su sector.
B) El contrera apolítico, que no sabe de que se trata la cuestión, pero que está en contra porque lo vio en la tele, o porque se lo dijo un amigo, un pariente o un taxista.
C) El contrera de izquierda, que en realidad no es de izquierda, pero cree que lo es, y que declara que para el los políticos son todos iguales. En general cuando llegan las elecciones vota al Partido Obrero, pero está en contra todo el año de que corten la panamericana por un reclamo laboral y el gobierno no reprima.

Durante mucho tiempo, me quedaba callado cuando pasaba por el aire un comentario de estos. Pensaba que no tenía sentido discutir, que no iba a cambiar el pensamiento de este tipo de gente, que parece estar absolutamente determinada a estar en contra de todo lo que haga este gobierno. Incluso no me declaraba abiertamente kirchnerista en varios círculos ultra gorilas, para evitar una discusión que creía que no tenia sentido.
No se si a alguno le habrá pasado, pero yo hace un tiempo cambié mi modo de actuar.Y se los recomiendo.
Es interesante ver como se quedan helados cuando lo escuchan a uno decir cosas tales como que está de acuerdo con la nacionalización de las AFJP, o con la ley de medios, o con la investigación de papel prensa. Y lo mejor viene cuando la conversación sigue, y se empiezan a dar cuenta de que no tienen argumentos para sostener lo que dicen, que no saben porque opinan lo que opinan, y empiezan a titubear, o a levantar la voz.
Entonces es ahí donde uno siente el placer que da tener una idea propia. Una idea que puede ser acertada o no, el tiempo lo dirá, pero en la que uno cree con pasión, entusiasmo, esperanza, y con el sustento de los argumentos.