Paso a paso

Lo primero que hace un delincuente cuando es acorralado y su imagen ya esta expuesta, es cambiar su rasgos más salientes. Algunos se dejan la barba, otros se tiñen el pelo y otros portan gafas oscuras para no mostrar su mirada.

Luego cuando ya son descubiertos y su cambio de imagen no dio resultado, optan por negar todo, jamás asumen sus responsabilidades, alegan versiones que rápidamente son dilapidadas por su entorno más cercano que sin querer lo contradice.

Ya comprobado todo la única salida viable es despegarse del resto de sus cómplices que actuaron junto a él. Una maniobra clásica. Que yo no se nada, que no lo conozco y así tratar de bajar su responsabilidad en los hechos.

Cuando todo esto no resulta la salida es una sola, no contestar, optar por el silencio.

Mauricio fue básico, simple y sin ideas como en toda su gestión, se sacó el bigote, negó todo, se despegó de quienes trabajaron para él y cuando ya no tenía salida decidió no contestar preguntas en la legislatura. El manual al pié de la letra.